1 de diciembre 2012

EL 21 DE DICIEMBRE 2012 NO ES EL FIN DEL MUNDO


Faltan 20 días para la fecha de la creencia Maya del fin del mundo. En realidad, no hay tal fin del mundo. Entramos en un ciclo cósmico nuevo, diferente, más espiritual, más luminoso. Y esto hará que las tinieblas se disipen y veamos lo que no hemos podido vislumbrar durante mucho tiempo.

No está de más que tomemos ciertas precauciones, lógicas y sensatas, pero no porque se vaya a acabar el mundo. Existe la posibilidad de un pulso magnético a través de una llamarada solar, que nos deje sin luz y sin comunicaciones. Esto es probable ya que todos los políticos, militares y ricachones se están haciendo refugios en todo el planeta.

Vamos a tener la oportunidad de ver la verdad en nosotros y en nuestros semejantes. La maldad va a aflorar y la bondad también. La venda se nos va a caer y nos vamos a quedar aturdidos y confusos durante un tiempo. Pero pasará. Todo va a modificarse, hábitos de vida, de trabajo, alimentación, de sueño, de relación de pareja, de ejercicio físico, de claridad mental.

Podría ser, tambíen, que suceda la famosa profecia de los tres días de oscuridad, pero nadie sabe con certeza si acaecerá y, si de verdad, llegará el día. No estaría mal tomar esto en consideración, como afirma la Princesa del Japón, pero con reservas. Otras tragedias podrían venir a través de desastres naturales, a causa de los cambios geo-cósmicos que están sucediendo, pero no van a hacer que se extinga la vida en la Tierra, todo va a seguir hacia adelante y las cosas van a cambiar a mejor. Estoy seguro.

LAS COSAS DE PALACIO VAN DESPACIO

Es natural que haya convulsiones en el Planeta ¡Es lógico! No pretenderemos cambiar de un día para otro sin tránsito -más o menos duro-. Habrá personas que se adapten rapidamente y otras les costará más, pero a todos les llegará la Luz. Todo lo que está pasando en nuestras sociedades es natural, aunque duela. Tenemos que aprender a vivir con otra prespectiva más sana, saludable y ecológica. No podemos seguir manteniendo un sistema que se cae a pedazos y poniendo parches, uno encima de otro.

El transito va a durar años. Sí. No se va producir de un día para el siguiente, pero ¿qué nos importa? ¿hay algo mejor que disfrutar cada instante de nuestra vida aprendiendo y creciendo? Nuestros hijos tienen mucho que enseñarnos. Vienen con una energía diferente a la nuestra, no les impongamos nuestras ideas, creencias, costumbres condicionadas, religiones y partidos políticos. Amemos a nuestros retoños, démosles educación -sana y sensata- pero permitámosles equivocarse y crecer.

Tendamos nuestras manos a nuestros vecinos, amigos, familiares y enemigos. Nos vamos a necesitar. Vienen tiempos duros para unos y, al mismo tiempo, deliciosos para otros. Todo dependerá de nuestro grado de Conciencia y Afinidad energética. Vamos a ver maravillas que nos van a descolocar todo lo aprendido, no importa, nos volveremos a colocar. Abrid ojos y oídos.

Amor y Luz.
José Luis Narom